lunes, 9 de septiembre de 2013
Esencia Punk
''¡Olé, olé, olé, olé! ¡The Offspring, The Offspring!'', coreaba el canto de las seis mil personas que estuvieron presentes en el show que la agrupación californiana brindó anoche en el Estadio Cubierto Malvinas Argentinas, en el marco de su gira ''Days Go By''. En una hora y cuarto, The Offspring tocó sus mejores éxitos y le mostraron al público que, a casi 30 años de su formación, siguen siendo una verdadera leyenda del punk de los 90's. La última visita de The Offspring a la Argentina fue en 2008.
Entre una fiesta de luces rojas, amarillas y verdes, la banda comenzó con ''All I Want'', seguido por ''Bad Habit'', donde en el campo se armaron las primeras rondas de pogo. Después de un salpicado por los discos Americana y Smash, llegó el turno de ''Days Go By'', y Dexter Holland se lució acompañado de su guitarra y su vestimenta negra, y entonó sus aullidos monstruosos. ''Come Out And Play'', ''Original Prankster'', ''Want You Bad'', y cuando finalizó el himno de la chica rebelde y pornográfica, se escuchó la voz raposa de Noodles gritando: “Buenos Aires son ‘fuckin’ calientes, son ‘fuckin’ sexys y son ‘fuckin’ punk''.
Pero faltaban más hits para recorrer, y la euforia volvió a despertar con ''Americana'' y luego le siguieron tres canciones míticas de ese disco: ''Why Don't You Get a Job?'', ''Pretty Fly (For A White Guy)'' y ''The Kids Aren't Alright''. Después de una seguidilla de canto, mosh y pogo que hizo sacudir al estadio, Noodles rebeló su entusiasmo de estar tocando para los fans argentinos:''Son impresionantes. De verdad, esto fue maravilloso. Nos paramos todas las noches arriba del escenario con gente diferente, pero ustedes están en un nivel totalmente distinto''.
Por supuesto, un recital de The Offspring no podía estar completo sin ''Can't Get My Head Around You'' y para finalizar, la magestuosa ''Self Esteem'', la cual despertó la nostalgia noventera.
Una banda que dejó su carisma y su energía en el escenario con excelencia, que sació la sed de los punks argentinos con clásicos que no pasan de mooda. Después de ver un recital así, es lógico que se piante un lagrimón.
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